Branding es el trabajo de gestión de marca con el objetivo de hacerla conocida, deseada y con una imagen positiva en la mente y el corazón de los consumidores.
El branding o brand management, implica acciones relacionadas con el propósito, los valores de la marca y el posicionamiento, creando una conexión con el público para influir en sus decisiones de compra.
Somos parte de un movimiento mundial de consumidores que obliga a las empresas a pensar meticulosamente en cada paso. Cada estrategia y acción de marketing puede hacerse eco en todos los rincones de la ciudad, país o incluso del mundo. No sólo eso, el mercado y muchos de sus competidores ya están comprendiendo que los resultados no se crean de la noche a la mañana, sino que se logran con una estrategia coherente y relevante de principio a fin
Es un error creer que esta estrategia es solo para grandes empresas, o que surgió de repente por generación espontánea. Todo es parte de un complejo proceso de gestión que no produce resultados inmediatos, pero produce frutos duraderos.
El branding se puede definir como el proceso de construcción de una marca. En este sentido se puede considerar a la marca como un “ser vivo”. La marca en sí lleva asociados a ella unos valores que son construidos de una manera continua que implica de manera directa un desarrollo de la personalidad de la marca.
Se busca dar peso y mostrar todas las cualidades que tiene la marca en sí para que el cliente pueda conocer los valores y visión que la marca tiene y que le sirve para diferenciarse de otras.
La diferencia en el mercado en estos momentos es de capital importancia, estar en la cabeza de nuestro público.
Esta identidad que se construye día a día hay que hacerla de una manera coherente con los valores que tenemos y que queremos resaltar como marca. Por esta razón hay que ser transparentes con nuestro público y guardar una relación lógica y consecuente con los valores que queremos destacar.
Como bien es sabido la identidad de la marca se puede demostrar de muchas maneras, desde el logotipo propio de la marca hasta su tipografía o los propios colores corporativos. Todo lo anterior no es lo único que sustenta a la marca, se debe tener una estrategia pensada y desarrollada, todo esto en conjunto es en realidad el branding.
En este sentido hay que ser conscientes y estar muy atentos ya que al día de hoy los distintos escenarios que tiene una marca deben estar controlados. Esta diferencia en los medios para transmitir el mensaje debe de ir de acuerdo en todos sus puntos de la marca y expresar de esta manera cómo queremos ser vistos.
En el branding tenemos que hacernos preguntas. Por ejemplo, ¿Quiénes somos? o ¿Cómo nos ve nuestro público? ¿Cómo queremos que nos vea? y una pregunta que consideramos de especial importancia sería ¿A dónde queremos llegar? Al hacernos este tipo de cuestiones podemos saber qué tipo de estrategia debemos adoptar marcando de una manera clara todos los puntos que podemos mejorar para llegar a la meta que nos planteamos como marca.
De este modo podremos establecer un camino claro que realizando las diferentes tácticas que nos irán acercando más a donde queremos llegar. En este sentido debemos ser conscientes de quiénes somos y cuáles son las acciones que más nos sitúan en la línea que hemos decidido seguir. Lo que queremos decir con esto es que pese a estar en el mismo escenario que una marca reconocida no debemos copiar las acciones que esta marca tiene en su desarrollo, sino que tendremos que elaborar las propias en función a los objetivos realista que planteamos.
Así veremos que este ejercicio de construcción de la marca no sólo se reduce a grandes y conocidas marcas, sino que vale para todas ya que al final lo que se intenta es diferenciarse de las demás marcas y poder estar presente en el horizonte de nuestro público.
Debido a la repercusión que tienen este tipo de acciones con respecto a una marca, es aconsejable dejarse guiar por expertos en la materia, ya que de esta manera podemos dar los pasos de una manera firme y segura e incluso que los imprevistos puedan ser solucionados de una manera rápida y eficaz.
Existen diferentes agencias y consultorías que están especializadas en este tipo de estrategias, ya que no significa solamente vender sino que hay objetivos más sutiles detrás de todas las acciones realizadas .El branding sigue resultando una herramienta de posicionamiento indispensable en estos días en los que el público esta abrumado por tantas marcas como existen en el mercado.
La función del branding: despertar sensaciones y crear conexiones conscientes e inconscientes, que serán cruciales para que el cliente elija tu marca en el momento de compra.
Todas las acciones que hace la marca, desde la creación de logotipo, elección del diseño, tipografía, discurso y música, por mencionar algunos, son parte de la construcción de la personalidad de la marca en la mente del cliente a través de percepciones y sentimientos.
Estas prácticas promueven no sólo el producto, sino también la creación de valor del mismo. Es más que solamente producto, es quién es la marca en su esencia. Es la creación de significado a través de símbolos.
Tener personalidad y un propósito, identificarse con las personas, con sus historias, con sus causas y promover experiencias positivas son las claves para la recomendación de marca, lo que hoy es una de las más poderosas herramientas para la adquisición de nuevos clientes.
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